Mr Gato ronroneaba cerca de la chimenea mirando su reloj de bolsillo. De repente cogió un bastón, se colocó bien el monóculo y salió de un salto por la ventana.
"Adiós hogar, dulce hogar, estaré de vuelta en Navidad justo a tiempo para encender la vela de los deseos".
Y sus ágiles pisadas se perdieron en la bruma.
Cuentos Varios